Es una técnica artesanal y decorativa que consiste en la aplicación o encolado, sobre una superficie de madera, de una combinación de finas chapas de madera y otros materiales como metales (zinc, latón...), orgánicos (carey, nácar, hueso...),etc.
Esta técnica aparece muy pronto en la historia, en Mesopotamia, hacia 2600 antes A.C., como atestiguan numerosos objetos encontrados en las excavaciones de Ur (en particular un pequeño cofre incrustado de marfil y un arpa conservados en el Museo nacional de Bagdad). La Odisea de Homero y Plinio el Viejo nombran objetos realizados según esta técnica. También era conocida en el Egipto faraónico, y se perpetuó en la época copta y luego en la islámica. Más que en ningún otro sitio, el clima seco de Egipto favoreció la conservación de la carpintería. En particular, un conjunto de tableros que datan de los comienzos del periodo islámico. Se trata seguramente de elementos de cenotafios, procedentes del cementerio de Ain al-Sira, al sur de el Cairo, realizados en marquetería de marfil y hueso, ébano y otras maderas, fechadas en el siglo IX y conservadas en el museo de Arte Islámico de el Cairo.
En Europa la marquetería se introdujo con fuerza y asociada al mueble de lujo, que solo estaba al alcance de la nobleza y personas ricas y destacadas. Decoraban grandes palacios y mansiones, y siempre vestía muebles hechos por grandes ebanistas de todas las épocas. Muchos estilos de marquetería van ligados a nombres de reyes y reinas.
Las maderas que se usaban normalmente eran originarias de Europa .Poco a poco se fueron introduciendo maderas exóticas como la caoba y el ébano, procedentes de las colonias de diferentes países Europeos.
Los diseños de las marqueterías fueron evolucionando y adaptándose a los diferentes estilos del mueble. El Art Noveau, y el modernismo, en nuestro país contribuyeron al resurgimiento de esta técnica y a un cambio de temática de los modelos.
El cambio de modelo en la fabricación del mueble, evolucionando a un diseño más lineal, la falta de relevo de los maestros artesanos, y el total desconocimiento en escuelas de diseño y arquitectura, provocó una pérdida de interés por parte del público en esta técnica.
Actualmente quedan algunos talleres diseminados por España que aún mantienen viva la técnica.
En Inglaterra, Francia e Italia, al contrario, existe un movimiento alrededor de este oficio, tanto para la restauración de su rico patrimonio, como para la decoración a todos los niveles.